Durante años pasamos todos los sábados en los mercados Sabe la Tierra.

Se criaron entre puestos de frutas orgánicas, chocolates de verdad, quesos artesanales y jugos naturales. Tomaron todos los tallerres que se imaginen: yoga, fieltro, tejido, papel reciclado, atrapasueños, ecobolsas y música, entre tantos otros. Fundaron la Comisión de Niños en @sabe_la_tierra y pusieron en marcha campañas para educar y concientizar sobre el cuidado del espacio público, la tierra y las personas. Ellos son mis hijos: Lua (14), Caetano (12) y Moreno (6).

Visitamos en estas vacaciones de invierno la futura Tienda Social & Sustentable Sabe la Tierra en @estacionfederal que abriremos el próximo 4 de septiembre.

Y juntos fuimos a que conocieran uno de los nuevos mercados en Belgrano. Lloviznaba, pero nada detuvo las ganas. Recorrimos juntos todos los puestos. Ellos eligieron su comida. Se sentaron solos a comer. Los miraba de lejos y pensaba: cuántas vivencias y experiencias hemos vivido como familia desde que nació Sabe la Tierra. Cuánto nos ha marcado a todos este proyecto que nació con el claro propósito de impactar positivamente en el mundo.

Aprendieron a dar sus primeros pasos en los andenes del Mercado de San Fernando. Hicieron ahí también sus primeras compras y sus primeras ventas. Sí! Hubo sábados en los que me pedían ayudar a vender. Y los productores los recibían y aceptaban el juego porque somos una gran familia. Familia de productores y consumidores.

Recuerdo un sábado en el que les di a Lua y Caetano una canasta llena de brócolis a cada uno. Estaban un poco amarillos y ya no daba para venderlos. Entonces les dije: recorran los andenes y regalenselos a la gente. Lua tenía 7 años, Caetano 5. Felices interactuaban con la gente. Llegan al final del anden. Y Lua viene toda enojada y me dice: Mamá, no vale. Vos nos dijiste que los regaláramos y Caetano los dió a la gorra y ganó $30! ? No pude más que reírme de la picardía de ese niño que se crió sábado a sábado siendo parte de la comunidad Sabe la Tierra.

Agradecida de volver a recorrer los mercados en familia. Pasaron 10 años desde que abrimos nuestra casa para dar nacimiento al primer día del resto de los días de #sabelatierra