Los jugos detox son un boom a nivel mundial, se trata de jugos de frutas y verduras que ayudan a eliminar toxinas y limpiar nuestros órganos.

 

Por la Licenciada en Nutrición Lucía Caminetsky (*)

 

 Cuando padecemos un malestar orgánico, es imprescindible emprender un proceso depurativo, limpiar la toxemia, para permitir al cuerpo autocurarse. Los alimentos aliados por excelencia son las semillas, frutas y verduras crudas, por contener nutrientes esenciales (oxígeno, vitaminas, minerales, enzimas y fitoquímicos) que reparan tejidos y colaboran en la excreción de sustancias tóxicas. No obstante, en los casos de enfermedades crónicas es muy habitual que tengamos serias dificultades digestivas, acostumbrándonos a sentirnos hinchados, tener el vientre distendido, producir muchos gases intestinales, estar constipados o con diarreas temporales. Al consumir las frutas y verduras procesadas, estamos haciendo una predigestión, ayudando a superar estos problemas de asimilación y permitiendo que los nutrientes sean metabolizados en forma más eficiente.

Con un batido común y corriente, incorporamos toda la fibra procedente de esos alimentos. Esto resulta muy provechoso para fortalecer nuestra flora intestinal, pero en órganos digestivos muy inflamados o sensibles, puede resultar una carga difícil de procesar y generar mayor inflamación, que es lo que queremos evitar. Entonces al principio del proceso depurativo es conveniente consumir los batidos colados (solo el zumo, sin la fibra).

¿Juguera o licuadora? Frente a la difusión del uso de las jugueras, tengamos en cuenta que el licuado resulta siempre preferible al centrifugado, al evitar el desmembramiento de los vegetales, que no sólo pierden celulosa, sino también pulpa y la valiosa fibra soluble (mucílagos, pectina). Por lo tanto te recomiendo cortar los ingredientes en trozos pequeños, licuarlos con licuadora o minipimer y luego colar el batido con un filtro de tela (se puede comprar en las dietéticas o hacer uno casero con una media de nylon en desuso), obteniendo el jugo (conocido como “zumo”) y utilizando la fibra (llamada comúnmente bagazo) en otra preparación.

¿Cómo, cuándo y cuánto se consume? Los zumos se deben consumir en el momento de su preparación, para aprovechar todos sus nutrientes, su vibración, fuerza vital y frescura. Siempre incorporar agua potable, en lo posible filtrada, y alimentos orgánicos o agroecológicos para evitar al máximo la ingesta de agroquímicos. Te recomiendo tomar un vaso de jugo verde en ayunas a la mañana y un vaso por la tarde de otra combinación. Al cabo de dos semanas de ingerir estos zumos todos los días, podrás comprobar vos mismo cómo mejora tu energía, cambia tu humor y estado general de tu cuerpo.

También podés hacer ayunos líquidos con jugos vegetales y frutales. Es decir, consumir sólo zumos y licuados por unos días. Esto ayuda a desintoxicar, fortalecer el sistema inmune y revitalizar el organismo de manera más eficiente. Al verse privado de alimento y descansar de las actividades digestivas, el cuerpo enfoca toda su energía a la eliminación de toxinas, en consecuencia, se genera un proceso de limpieza y autocuración muy rápida. Para hacer este proceso es importante estar asesorado por un profesional de la nutrición que sepa cómo llevarlos a la práctica con responsabilidad.

En resumen, la ventaja de los batidos radica en su rápida preparación, su fácil digestión, la creativa variabilidad gustativa (se pueden rotar periódicamente los ingredientes), la posibilidad de fraccionar las ingestas del día y la adaptación a la disponibilidad alimentaria de cada época del año.

¿Comprado o hecho en casa? Los zumos envasados normalmente están pasteurizados, es decir, no son crudos. Este proceso alarga la vida útil y destruye muchos de sus nutrientes, por lo que se pierden sus propiedades. Además, suelen tener agregados de aditivos (conservantes, estabilizantes, colorantes, etc.) nocivos para la salud.

Los zumos tienen efecto antioxidante (por la presencia de fitoquímicos), antianémico (por su capacidad de generar plasma sanguíneo con gran eficacia), antiparasitario, cicatrizante de heridas, estabilizador de la glucemia, mejorador de la actividad tiroidea, modulador del colesterol, mejorador de estados degenerativos como la esclerosis y sobre todo reducen la ansiedad.

Te recomiendo algunas opciones con cantidades sugeridas para obtener 1 litro, pero tené en cuenta que las podés variar a tu gusto o disponibilidad de alimentos:

Zumo verde: su ingrediente principal es la hoja verde, que debe su color a la clorofila. Esta sustancia se encarga de transportar el oxígeno en las plantas, a esto se debe su potencial oxigenante y alcalinizante, por lo que es altamente depurativo.

  • 4 ramas de apio (tallo y hojas),
  • 4 hojas de espinaca,
  • 3 trocitos de jengibre,
  • 1 pepino,
  • 1 manzana
  • jugo de 2 limones y 2 naranjas
  • agua potable filtrada para completar el litro.

Zumo rojo: antiinflamatorio.

  • 3 remolachas peladas crudas
  • jugo de 2 limones
  • 3 manzanas
  • 3 trocitos de cúrcuma raíz o 1 cdita de cúrcuma en polvo
  • 3 ramas de hinojo fresco.
  • agua potable filtrada para completar el litro.

 

Zumo naranja: Full vitamina A y C.

  • 3 zanahorias ralladas o cortadas en trocitos
  • jugo de 2 limones y 8 naranjas
  • 3 trocitos de cúrcuma raíz o 1 cdita de cúrcuma en polvo
  • agua potable filtrada para completar el litro.

 

 

(*) Lucía Caminetsky. Lic. en Nutrición MN.9779