La piel es el libro de lo que nos sucede.
Manifestamos nuestros estados de ánimo y momentos de la vida en la piel. ¿La famosa frase “a flor de piel” te suena!? ¿Notaste que la mayoría de las “rosáceas” son tímidas y se enrojecen de nada? ¡Ni qué decir de los momentos emocionales que te estresan!!!

“Me llené de granitos”, “me pican los dedos y las manos, y la piel se puso áspera”, “se me descascara”. “Ya fui a 5 dermatólogos y lo único que me calma es la pomada con corticoides”. Entonces les pregunto: “¿De casualidad, estás pasando un momento emocional fuerte?”. Cuando te sentís en un “buen momento” ¿no sentís la piel espléndida?

Y, sin embargo, no aprendimos a observarla. El “registro” del que siempre les hablo.

Cuidar la piel y protegerla habla mucho más que de usar buenos productos. Pilares tan prioritarios como elegir buenos cosméticos son: DORMIR, MEDITAR, HIDRATARTE, PENSAR “AMOROSAMENTE” AL ALIMENTO; considerarlo un aporte y saber elegirlo; porque no sólo hacen al hábito, sino que, además, es “registrarse” A UNO MISMO Y CONSIDERARSE.

Es mirarte. Es darle oxígeno desde el pensamiento.

Me consultan a diario por elecciones de productos y yo respondo con un “check list” de ¡hábitos y miradas internas! Para que podamos “parar la pelota y mirar la cancha”, mirarnos, valorarnos y, por ende, cuidarnos.

Por Abril Preatoni (*)
Foto: @ph.acettolo

(*) Soy médica, amante y estudiosa de la Fitomedicina . Orgullosamente formo parte de Sabe La Tierra desde hace 6 años como Desarrollista de Dumitié Cosmética, un emprendimiento cosmético que crea pequeños tesoros con extractos de plantas, semillas y frutos.
Estoy convencida de que sólo volviendo a observar la naturaleza y sabiéndonos parte de ella, vamos a lograr volver al equilibrio físico, mental y social; que no es más que la definición de SALUD.

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