Hoy quiero compartirte la historia de Sole, una emprendedora apasionada con ganas de cambiar el mundo. Un ser entusiasta que trabaja comprometida con el cuidado del medio ambiente.

Creo que contar historias que inspiran, de personitas que se arriesgan a salir de su zona de confort para crear caminos pro-positivos, con corazón y conciencia, ayuda para que otros se sigan animando.

Sole nació en Maipú, en el campo. Nos cuenta que su amor por la gastronomía le viene desde muy pequeña. Recuerda que los reyes magos le regalaban juegos de cocina. No jugaba con muñecas sino a ser cocinera. Sin embargo, en el transcurso de su adolescencia se desconectó de su gran pasión.

A los 12 años se fue con toda su familia a vivir a Pinamar, donde su papá trabajaba.

Al finalizar el secundario, intuitivamente decide irse a Mar del Plata a formarse como chef tradicional y en el transcurso de 1er año, su papá de 50 años fallece de hipertensión. Esta situación dolorosa marca un quiebre en su vida. Sentía que toda su familia se alimentaba muy mal, de una manera poco saludable y algo tenían que cambiar o así lo sintió profundamente Sole, que en ese momento pesaba 100 kilos.

Al poco tiempo decidió ir a una nutricionista y llevar adelante una dieta vegetariana. En un año y medio bajó 30 kilos y junto con ese cambio, comenzó un proceso de transformación personal. Interesada en una alimentación más consciente, comenzó a estudiar todo lo referente a esa temática y a trabajar a pleno en lo gastronómico. Viajó a España donde investigó sobre la cocina molecular, la alimentación cruda y el fermento. Le gusta la alquimia. Al regresar trabajó la temporada de verano en Pinamar y en el invierno en Bariloche en el formato de gastronomía tradicional. Hasta que llegó un momento que su nivel de conciencia en la comida no le permitió seguir adelante de esa manera.

Recibía una muy buena remuneración por su trabajo, no obstante necesitó dar un paso al costado. Su mamá y su hermana la alentaron al cambio, a que se anime a seguir su corazón, la empujaron a que deje su trabajo y le pagaron un pasaje a Brasil. Ella tenía plata para vivir unos meses. Así que allá fue, en plena temporada de verano, en esos momentos donde nadie se iría porque aprovecharía para hacer un diferencial económico. Se arriesgó y con valentía se desconectó por completo del mundo de la comida para conectar con ella misma. Vivió en carpa en la casa de un músico que la hospedó en su casa durante 6 meses, mientras hacía pulseritas y las vendía. Luego comenzó a trabajar en una posada sirviendo el desayuno pero extrañaba a su familia y volvió a la Argentina.

Al poco tiempo abrió Néctar, el 1er restó vegano en Cariló, con una socia, cuando aún nadie conocía sobre el tema.

Costó muchísimo y no pudieron sostenerlo. Sole da un paso al costado y movida por su curiosidad y sus ganas de conocer más y más sobre la alimentación consciente, viaja a Córdoba y se anota como voluntaria en el Espacio Depurativo Villa las Rosas de Néstor Palmetti. A la vez la convocaron de Prama para crear productos. Experiencia que capitalizó para conocer, aprender y así lanzarse más tarde a crear lo propio.

Al regresar, ya en pareja con Ary Bursztyn, hoy su gran compañero de ruta, deciden abrir la primera célula de Simbiosis en Pinamar, convocados por su creador Nico Salguero, y meterse de lleno a emprender con la comida viva y vegana, logrando convertirse en productores locales, participando de ferias y distribuyendo a dietéticas y vecinos. A su vez promueven la sustentabilidad y utilizan materiales reciclados para sus packaging.

Sole y Ary son un hermoso ejemplo de emprender con triple impacto, promoviendo un nuevo paradigma, otra economía, nuevas formas de comercializar y sociabilizar.

Ellos nos dejan un bellísimo mensaje para resonar y reflexionar…«Alimentarse es un acto de vida, un acto político».

Elijamos con conciencia lo que comemos, a quién apoyamos cuando compramos. Son tiempos de hacer una pausa para respirar y evaluar cómo queremos alimentarnos. Son tiempos de escucharnos y buscar un equilibrio.

Si querés saber un poco más de esta historia y de esta nueva manera de alimentarse te invito a que los conozcas y los sigas en @simbiosispinamar

Ojalá te inspiren y te muevan. Un nuevo mundo ya está emergiendo. Animate. Revolucionate. Transformate para Transformar.

?Por Marcela D’Ambrosio, creadora de @liveworkjoy para #SabelaTierra