El veganismo no es una dieta, es una ética de vida, en la cual no se consumen animales ni sus derivados, no se consumen productos procedentes de su esclavitud, tampoco productos que necesiten algún componente animal o derivado en su proceso. Esto abarca a la alimentación, vestimenta, diversión, cosmética, en ésta última además de algunos de sus productos contener derivados es una de las mayores industrias de tortura animal mediante la realización de testeos y experimentos junto a la industria farmacéutica.

La primera preocupación que se presenta al tomar este modo de vida, de respeto a la vida, es la alimentación, que sin dudas es un hecho cultural y social, la cual comprende la nutrición y la satisfacción, ambos conceptos están perfectamente cubiertos en una dieta vegana consciente y son comprobados los beneficios que trae a la salud.

Muchas veces nos llegan fotos de animales amigos en nuestra sociedad como parte de un plato en otras sociedades, nos repugnan las imágenes, no estamos acostumbrados a esa aberración, pero si supiésemos que todos los animales sienten dolor, hambre, frío, calor, necesidad de procrear, la necesidad de vivir, quizá pudiésemos reconocer que todos tienen derecho a la libertad, que no deben ser parte de nuestro placer ni conveniencia.

#SinZoo
#LaRevoluciónDeLaCuchara
#AnimalesLibres
#EmpatíaAnimal

Por Verónica Canelo del emprendimiento Corazónquelate Quierechocolate, exclusivo para Sabe la Tierra