Un día soñé con ser parte del desarrollo de una nueva cultura del bienestar dentro de los espacios de trabajo.
Soñé con la transformación del paradigma de la era industrial. Estructuras donde la colaboración, la empatía, el impacto medioambiental, social y económico, el liderazgo consciente y más humanizado fueran temas clave de la agenda de las áreas de Capital Humano. Organizaciones comprometidas en la construcción de un sistema más saludable a la hora de gestionar los talentos donde el SER se integra al HACER cotidiano, donde trabajar con propósito y espíritu emprendedor hace al diferencial y a la motivación personal y de equipo.
Un día lo soñé y hoy lo estamos haciendo. Me compromete y me inspira el desarrollo consciente de cada persona.
En eso estoy, implementando programas que promueven esta nueva cultura. Es posible y está sucediendo.
Los invito a que cada vez seamos más los que nos animamos a ser disruptivos y creativos, a establecer nuevas conversaciones, nuevos hábitos, caminos innovadores que nos acercan a una nueva humanidad.
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