El Director de Negocio Papel de Ledesma, Marcos Uribelarrea, nos contó, en esta interesante entrevista, los orígenes del Parque Nacional Calilegua, sobre el compromiso con la sostenibilidad y su papel de caña de azúcar, alternativo producido con recursos renovables que le permite a la compañía posicionarse en el mercado sustentable de papel en Argentina y el mundo.
“Lo que define el compromiso de Ledesma con la sustentabilidad y la biodiversidad fue la conformación del Parque Nacional Calilegua, unas 76.000 hectáreas de biodiversidad. Para que entiendan, estamos en un valle rodeado de cerros y en esas laderas se genera el choque del frente húmedo que viene del Amazonas, genera las lluvias y el agua que necesita el valle para ser sostenible para la producción de caña de azúcar, pero al mismo tiempo también para la producción de frutas”, nos detalla Marcos, quien trabaja en Ledesma desde el año 2003.
Sabe la Tierra: ¿Eso significó el paso fundamental hacia la concepción de sostenibilidad?
Marcos: Totalmente, este hito es importantísimo porque fue una concepción de sostenibilidad cuando nadie hablaba de eso. Porque esas hectáreas de biodiversidad en lugar de usarlas de manera productiva, se pensaron para generar un Parque Nacional espectacular, ahí nace también el concepto de paisaje productivo protegido. De entender la importancia de proteger la tierra, porque todos los productos nacen de la tierra.
Sabe la Tierra: ¿Cómo nace la Fundación Pro-Yungas?
Marcos: Nace en 1999 con la visión de equilibrar la sociedad, el ambiente y la producción. La misión es promover la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sustentable del sub-trópico sudamericano. Imaginen que solamente la tercera parte del territorio está en producción. El resto son reserva protegida. En ese reordenamiento territorial intervinieron muchos organismos nacionales y provinciales y hoy la conforman científicos y profesionales de distintas áreas. La Ley de Bosques se origina y sienta sus bases del modelo de Pro- Yungas.
Sabe la Tierra: ¿Qué es lo que hay detrás del papel entonces, porque pareciera mucho más de lo imaginado?
Marcos: Antes del papel como producto, está la concepción de entender que nuestra sostenibilidad viene de la naturaleza y que tenemos que tener una relación de respeto y de armonía y que justamente uno puede producir cuidando y preservando el paisaje de tanto valor. Pensemos que la yunga es el paisaje de mayor valor de biodiversidad en la Argentina. O sea, la cantidad de pájaros, reptiles, mamíferos, mamíferos en vías de extinción como puede ser el yaguareté…
Sabe la Tierra: ¿Cuál fue tu misión al entrar en la empresa?
Marcos: Yo llegué a la compañía en 2003 y me llamó la atención que desde la compañía no se contara todo esto. Entonces filmamos un primer video contando un poco esto de que el papel se puede hacer de una fibra alternativa pero que al mismo tiempo cuidamos el valor de la diversidad, la relación con la Fundación Pro-Yungas que empezó a certificar nuestros productos después de tres años de trabajo. Esta fundación tiene, además de todo el tema de cuidado, una filosofía muy interesante de valorar y medir hasta cómo un simple pájaro impacta en el medio ambiente. La Fundación Pro-Yunga elabora miel y dulces entre otros productos, logrando el arraigo territorial de las personas del lugar.
Sabe la Tierra: Impactar positivamente en la comunidad sería parte de la misión…
Marcos: Sí, totalmente. Por un lado importa cómo producimos la caña de azúcar con respecto al medio ambiente, cómo producimos nuestra materia prima y el papel que hacemos. Por otro lado, el origen y la génesis de la fundación es que estamos haciendo eso por el cuidado de la biodiversidad y el otro punto fundamental son las comunidades y cómo las acompañamos en su desarrollo personal.
Sabe la Tierra: En la producción de papel, ¿miden la huella de carbono?
Marcos: Somos los primeros que certificamos huella de carbono en papel en la Argentina y eso sí te diría que es una carta que suma mucho a la hora de la presentación, no solamente de Ledesma Nat, sino de las otras resmas de papel, tenemos muchas de exportación. Cuando vos decís: “yo tengo mi huella de carbono, acá está medida y esta es la huella de Ledesma Nat”, en general llama mucho la atención porque es una huella muy baja.
Sabe la Tierra: ¿Cuánto pesa en la compra o en la venta el hecho de que sea de caña de azúcar y que no sea de tala de árboles?
Marcos: Eso está cambiando. Hay algo que hay que entender. El mundo empezó haciendo papel de materias alternativas y no de árboles. La producción de papel a gran escala con árboles es de los últimos 150 años. Los chinos con la paja de arroz, los egipcios con el papiro, los europeos con paja de trigo…acá en Argentina una de las primeras fábricas de papel era con paja de trigo, no era con árboles. La producción de papel a partir de árboles es algo bastante nuevo. Fue muy cuestionado en su momento, a nivel de la industria petrolera y a raíz de eso la industria del papel hace años que viene trabajando en la sustentabilidad y se ha desarrollado mucha tecnología que reduce muy considerablemente el uso de agua.
Sabe la Tierra: el papel Ledesma Nat no es blanco y ahí hay que cambiar también la cultura, ¿no?
Marcos: sí es todo un tema cultural. Si ves los papeles de la década del ’50, eran mucho más parecidos a Ledesma Nat. Después vino la locura del blanco y más o menos por la década del ’90 eso se empezó a medir con un concepto que se llama brightless (brillo) que es la percepción de blancura que el ser humano tiene. Los niveles normales de hoy, de los papeles, son de 94%. Pero he visto papeles de 100%: hacías un rollito y parecía un haz de luz azul impresionante. Eso fue como el boom de la década del ’90, pero en los últimos años empezamos a detectar que había una vuelta atrás, que tiene que ver con una vuelta a lo natural.
Sabe la Tierra: procesos parecidos con la blancura de la harina o del azúcar, que ahora se vuelve a lo más natural sin tanto químico blanqueador.
Marcos: Exacto. Pero además hay una cosa muy importante: para llegar a papeles de más de 90 de blancura, ésa diferencia cuesta muchísimo. En energía, en procesos, en refinado. Es un requerimiento muy alto. La realidad es que no tiene mucha lógica. ¿Se puede hacer un papel menos blanco?, ¿que no use productos químicos?,¿que te sirva para imprimir, para dibujar, para todo? Sí. Ese es el trabajo que estamos haciendo en el día a día desde el principio en que lo lanzamos en el 2019.
Sabe la Tierra: Sé que ustedes tienen un área de innovación, ¿cuánto importa y cuánto tiempo ocupa Ledesma en esta área?
Marcos: Se formó hace muy poquito, tiene alrededor de tres años. Cuando nosotros lanzamos el primer cuaderno innovador fue en el 2010 que fue el cuaderno Ledesma + Bio, que ganó un premio dentro de los cinco productos más sustentables del mundo en la feria más importante de productos de librería en Alemania y fue el resultado de un arduo trabajo en equipo. Porque uno de los principios básicos de la innovación es generar la cultura de la innovación. Y eso significa que la gente no tenga miedo. Hay que generar un motor interno para que la gente sienta que no hay malas ideas, que se animen a largar las ideas que se les ocurren en la ducha.
Sabe la Tierra: Y eso lo tenés que hacer orgánicamente…
Marcos: Hay una cosa muy importante de Ledesma. Nosotros cuando presentamos hace dos años Ledesma + Bio, el primer producto que tuvo papel natural con el alambre bioplástico y la tapa de bioplástico de caña de azúcar. Un mes y medio antes Lego acababa de lanzar internacionalmente el primer kit de ladrillos de bioplástico de caña de azúcar y teníamos el mismo proveedor!. Eso, de alguna manera te genera una cultura tremenda. Yo lo presentaba a propósito al directorio, a la gente…”che, ustedes saben lo que significa estar a la misma altura que Lego internacional”… Bueno, eso significa innovación, que vos estás pensando en un mundo para mucho más adelante. Para eso hay que generar una cultura, que no haya miedo, que vean que estás dispuesto a arriesgarte. Como lo que ustedes están haciendo con Sabe la Tierra. ¿sabés qué?, no vas a cambiar el mundo pero hoy es un poquito mejor que ayer.
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