«Hace 6 años, participando de un taller de pintura, tuve la idea de hacer un cuadro que incluyera elementos de la naturaleza en forma simbólica o literal en distintos soportes. Allí descubrí la cerámica de la que me enamoré. En la arcilla encontré el soporte para la forma y el color que más me apasionó», nos cuenta Pilar.
Durante 4 años fue al taller Azul Cobalto y luego al de Marianne Alonso. Allí descubrió el gres: «Me encantó su espontaneidad y nobleza y me llevó a abrir mi propio taller donde trabajo con arcilla de baja blanca roja, negra y gres desde hace dos años».
En su taller se cuida mucho el manejo de los materiales, el cuidado del agua y reciclan la mayor cantidad posible de material. Ese mismo cuidado se transfiere a las alumnas del taller, tratando que ese amor por el barro nos ayude a amar la tierra que habitamos.
Las piezas que realiza, en su mayoría utilitarias, tienen también una intencion decorativa.
Sus creaciones las encontrás desde hace más de un año en Sabe la Tierra San Fernando. «No sólo es un espacio donde vender mis piezas, también es un espacio de encuentro y aprendizaje entre personas que creemos que el cuidado de la tierra y el consumo responsable son fundamentales», finaliza Pilar.